
Viernes, 10 de junio de 2011Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios.» Mi vida entera está en tus manos; líbrame de mis enemigos y perseguidores. El reloj está marcando
Léase Proverbios 3.1-8-Salmo 31.1415 (NVI)PARECE que paso gran parte de mi día luchando contra el reloj. Siempre hay más cosas que hacer que horas en el día. Dormir, dar atención a mi marido y dedicarle tiempo a mis hijos no se puede hacer con rapidez. Siento como si cada día pasara en un abrir y cerrar de ojos. A menudo la tarea no parece merecer el tiempo que consume. Nunca alcanza el tiempo para hacer las cosas que realmente deseo hacer. Nunca esperé que la vida fuera así. En mi juventud oraba por ser diferente y cambiar el mundo. Nunca esperé gastar mi vida en tareas del hogar.Cuán consolada estoy, sin embargo, de descubrir que Dios puede y hace de lo cotidiano algo extraordinario. Día a día, a medida que sigo los caminos de Dios, confío y obedezco, me siento más satisfecha. He visto que, no importa lo comunes que las tareas puedan parecer, pueden tener mayor impacto que lo que cualquier persona pudiera imaginar. Sé que Dios va delante de mí y camina a mi lado. Dios no está limitado por relojes o calendarios, y mi tiempo está en sus manos.Sra. Jenny Sanders (Hampshire, Inglaterra) Oración:Amado Dios, ayúdanos a conocer tu paz según caminamos cada día que has determinado para nosotros. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍACuando obedecemos confiados, Dios puede usar nuestras acciones pequeñas para lograr mucho.OREMOS: Por quienes se sienten siempre agitados/as.
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