Miércoles, 8 de junio de 2011Dios dice: Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Respuesta inesperada
Léase Isaías 55.6-11-Isaías 55.8 (VPEE)HACE algunos años estuve de visita en la capital de mi país y, de regreso a mi ciudad, tomé un auto del servicio público hacia la estación del bus. Pero estaba un poco retrasado, así que pensé que el chófer iba muy lento. Ya en la estación me di cuenta que había perdido el bus.Pero, por alguna razón que no entiendo, en vez de irme a otra estación que está cerca de ahí, subí al segundo nivel. Para mi sorpresa, me encontré con un amigo de antaño que había servido conmigo en el ministerio de alabanzas en nuestra iglesia, pero que se había alejado un poco del camino. Yo había estado orando por él para que Dios me concediera la oportunidad de verle y hablarle. Él también había perdido el bus pues también iba para nuestra ciudad. Tomamos otro bus y hablamos por espacio de tres horas.La forma que Dios obra es diferente a la nuestra. Su tiempo no es igual al nuestro. Lo que me parecía a mí «lentitud» del conductor, se convirtió en la respuesta de Dios a mi oración. Mi forma de entender a Dios creció. Aprendí que en cualquier situación de mi vida puede haber una respuesta divina.Sr. Robert Mera (Nueva Jersey, EUA)
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