
Lunes, 11 de julio de 2011No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Amor incondicional
Léase Lucas 5.27-32-Lucas 5.32 (RVR)TODOS en algún momento necesitamos a una persona que se preocupe por nosotros y nuestras luchas. De hecho, tenemos a alguien con quien hablar, uno que no nos juzgará, sino que nos aceptará incondicionalmente y nos amará.La Biblia dice que los cobradores de impuestos y los pecadores se sentaban con Jesús. Se sentían cómodos acercándose a él y escuchándole, quizás porque sabían que les ofrecía compasión y sanidad. Al darse cuenta de que Jesús sanaba y daba plenitud a las personas, los fariseos y los escribas comenzaron a enojarse. ¡Se quejaron de que Jesús estaba recibiendo pecadores y comiendo con ellos!¡Esto es maravilloso! El cordero de Dios puro, santo y sin mancha, no sólo escuchó a los impuros, pecadores como yo, sino que los tocó y comió con ellos.No nos desanimemos si hay personas a nuestro alrededor que nos juzgan y tratan de guardar un registro de nuestras faltas. Mas bien, animémonos unos a otros con la declaración en Lucas 5.32 de que Cristo está siempre con los brazos abiertos para recibirnos y darnos plenitud.Sr. Michael D. Smith (Carolina del Sur, EUA) Oración:Gracias, Señor Jesús, por aceptarnos con amor incondicional. Gracias por limpiarnos y hacernos plenos. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍAJesús vino por pecadores como usted y yo.OREMOS: Para ser un mejor amigo/a.
| Anterior |
No hay comentarios:
Publicar un comentario