
Viernes, 15 de julio de 2011Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos afirma el Señor. Léase 1º de Reyes 17.8-16-Isaías 55.8 (NVI)LA costa de Los ángeles se desvanecía a medida que nuestro barco navegaba hacia las selvas de Brasil. Estábamos convencidos de que Dios quería que fuéramos a Brasil, pero nuestros amigos no lo creían. «¿Es esto fe o locura?», se preguntaban.El caminar por fe a menudo da lugar a las acusaciones de locura. Considere la historia de Elías. Me imagino cómo se sintió cuando Dios le envió a una viuda pobre para suplirle con alimento durante la escasez. Confiando en Dios, Elías le pidió pan a la viuda. Ella respondió que no tenía pan, sólo un poco de harina y un poco de aceite. Iba a usarlos para preparar la última comida para su hijo y para ella. La duda pudo venir a la mente de Elías, pero Dios le afirmó: «No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra». Elías y la viuda tenían que confiar en que Dios haría el milagro. Ni el aceite ni la harina faltaron. Una y otra vez, Dios demostró ser fiel.Parada en la baranda del barco, comprendí que nos esperaban pruebas. Pero el Dios de Elías sigue siendo el mismo. Ese Dios fiel nos ayudaría. El tiempo lo demostró.Sra. Mary D. MacKinnon (Paraná, Brasil) Oración:Dios de cambios que no cambia, ayúdanos a confiar en ti en medio de las circunstancias que prueban nuestra fe. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA¿A qué tarea «de locura» me está llamando Dios hoy?OREMOS: Por los misioneros.
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