Léase Juan 3.16-21
Pablo dijo: «No hago lo bueno que quiero hacer, sino lo malo que no quiero hacer.»
- Romanos 7.19 (DHH)
Me gusta correr mi bicicleta por una ruta que sigue un circuito de 7 a 8 millas. Al llegar a cierto punto, tengo que decidir si volteo a la derecha y sigo hacia el campo, o si me vuelvo a la izquierda y regreso a mi casa.
Un día, al llegar a este lugar, miré hacia mi casa y vi nubes negras con relámpagos y truenos. Al mirar a la derecha, el cielo estaba azul con pequeñas nubecillas. Continué por la ruta más larga y regresé a casa sin que me cayera una gota de agua. Esa decisión fue fácil.
Mientras Jesús estuvo en la tierra, habló de una decisión similar entre las tinieblas y la luz. ¿Por qué no es tan fácil tomar estas decisiones en la vida? Jesús dice que es porque nuestras acciones son malas y tememos que se revelen.
Preferimos las tinieblas. Jesús es luz. Si escogemos las tinieblas y nos alejamos de la luz, nos separamos de Jesús. Cuando nos volteamos a la luz, podemos disfrutar la ruta de vida que Cristo nos ofrece. Tenemos que escoger: podemos tropezar en la oscuridad o caminar en la luz.
Autor: Sr. Ted Beemer (República Dominicana)
Pensamiento para el día: Cada día nos brinda oportunidades para escoger el camino de Dios.
Oración: Amado Padre, danos sabiduría, fortaleza y voluntad para caminar en la Luz en vez de las tinieblas del mundo. Amén.
OREMOS: Por quienes luchan buscando dirección.
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