Léase Juan 15:1-17
Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Así como el pámpano no puede
llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
ustedes, si no permanecen en mí.
- Juan 15:4 (RVC)
Una mañana me desperté cantando la canción que cantaba junto a mis
compañeros de clase muchos años atrás en la ceremonia de graduación de
preescolar. La canción hacía énfasis en la importancia de orar por la
mañana, la tarde y la noche para «mantener el corazón en sintonía». Me
pregunté, ¿qué significa «mantener el corazón en sintonía»? Al buscar
las respuestas, pensé en las veces cuando enciendo la radio o el
televisor. Funcionan mejor cuando están bien sintonizados.
Como seres humanos creados por Dios, funcionamos mejor cuando estamos
sintonizados con Jesucristo. En Juan 15:1-8, Jesús utiliza la imagen de
la vid y los pámpanos para instar a sus discípulos a permanecer unidos a
Él. Él es la fuente de nueva vida.
La cita bíblica de hoy nos recuerda que el pámpano tiene la promesa
de vida cuando se mantiene unido a la vid. Los pámpanos no solo reciben
vida de la vid sino que comparten su identidad. Del mismo modo, los
creyentes unidos a Cristo, la Vid, empiezan a reflejarlo al recibir vida
nueva. Estar unidos con Jesús nos permite ser las personas que Dios
quiere que seamos.
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