Léase el Salmo 103:1-12
¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!
- Lucas 24:5-6 (NVI)
Cuando pensamos en la primera Pascua, podemos ver cómo todos, menos Jesús, tenían expectativas que no se cumplieron. Pedro esperaba seguir fiel a Jesús. El rey Herodes esperaba que Jesús hiciera un milagro; Pilato, que la multitud liberara a Jesús y no a Barrabás (ver Lucas 22-23). Los líderes judíos responsables por la crucifixión esperaban que los discípulos intentaran robar el cuerpo (ver Mateo 27). Las mujeres que fueron a la tumba esperaban untar un cadáver con especias aromáticas (ver Lucas 24).
En la Pascua, Dios fue más allá de las expectativas y esperanzas. Jesús, mediante su muerte y resurrección, tendió un puente entre la humanidad y Dios para que nos reunamos con Él en una gozosa hermandad. No es posible llegar a Dios a través de nuestros propios esfuerzos — ni por ser muy buenos ni ganándonos el camino, pero el Señor creó una forma de salvación totalmente inesperada. Podemos llegar libremente ante la presencia de Dios gracias a lo que ya hizo Jesús.
Autor
Sra. Jo Len Everhart (Idaho, EE.UU.)
Pensamiento para el día
«Porque por fe andamos, no por vista» (ver 2ª a los Corintios 5:7, RVR).Oración
Amado Señor, nunca podremos comprender tus caminos, pero sabemos que nos amas más de lo que podemos comprender. Oramos como nos enseñaste: Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día el pan que necesitamos. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos han hecho mal. No nos expongas a la tentación» (Lucas 11:2-4, DHH). Amén.Por quien está aprendiendo a confiar en Dios
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