Léase Romanos 15.30-32
-Colosenses 4.12 (RVR)
HACE poco se me acercó una amiga, desesperada por una situación de familia, y me pidió que orara por ella. Le aseguré que lo haría. Después de orar brevemente, seguí con mis asuntos, sin pensar en ella hasta que la vi unas semanas más tarde.
La Biblia nos dice que oremos unos por otros y que oremos sin cesar. Dios escucha todas nuestras oraciones. Pero tengo que admitir que mis oraciones no son persistentes. Me pregunto cuánta seriedad cree Dios que tenemos cuando nuestro estilo en la oración es apresurado y automático.
Me pareció extraño considerar la oración como un ruego encarecido, hasta que lo pensé seriamente. Se requiere esfuerzo para traer nuestros pensamientos y nuestros corazones a una atención profunda de Dios. Nuestras mentes tienden a desviarse hacia otros asuntos, y antes de que nos demos cuenta nos hemos alejado de la oración que comenzamos.
Me encantaría rogar encarecidamente como Epafras. Deseo ser como él en la forma en que oro por otras personas.
Sra. Mary Baird (Texas, EUA)
Oración:
Amado Dios, ayúdanos a tomar con seriedad nuestra vida de fe y a valorar los momentos que pasamos contigo. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA Cuando nos comprometemos a orar, nos abrimos a una vida transformada. |
OREMOS:
Por un amigo que necesita mis oraciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario