Léase Primera carta de san Pedro 5:5-7
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti.
- Isaías 43:2 (RVR)
A veces me siento abrumado, por muchos cambios en poco tiempo o por estar inmerso en demasiados proyectos a medio hacer o conflictos sin resolver. He descubierto que cuando estoy verdaderamente abrumado llego al punto de no hacer nada porque no alcanzo a hacer todo.
Cuando pastoreaba una iglesia hace muchos años, también me sentí abrumado. Un buen amigo lo notó, me llevó a un lado y me dijo: «La parroquia no llegó a ser lo que es en un mes ni en un año. No puedes hacer todo, especialmente de entrada. Haz lo que puedas y el resto ponlo en oración».
Al principio, pensé que este consejo no tomaba el asunto de modo serio, pero cuanto más reflexionaba más lo comprendía. Reconocer y orar fue, y sigue siendo, el mejor consejo cuando la situación nos sobrepasa. Reconocer significa que vemos el problema, que no lo estamos ignorando ni negando. El problema tendrá que esperar su turno. La oración expresa que por el momento lo estamos dejando en manos de Dios. Tal vez Dios tiene otro siervo mejor equipado y preparado para este desafío. Al reconocer y orar, nos permitimos a nosotros mismos y permitimos que otras personas respondan al llamado de Dios a hacer la tarea que nos propone
Autor
Sr. Michael Sanders (Michigan, EE.UU.)
Pensamiento para el día
¿Qué me pide Dios hoy que deje de hacer?
Oración
Amado Señor, gracias por ayudarnos cuando nos sentimos abrumados. Ayúdanos a recordar que no todos los desafíos debemos afrontarlos solos. Amén.
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