Dios oyó que el muchacho lloraba; y desde el cielo el ángel de Dios llamó a Agar y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No tengas miedo, porque Dios ha oído el llanto del muchacho ahí donde está». - Génesis 21:17 (DHH)
Fue lindo trabajar en el jardín un día soleado, pero al día siguiente ya no brillaba el sol. Arranqué las malezas mientras el cielo permanecía nublado y yo con un corazón apesadumbrado. ¡Quisiera que todos los días fueran hermosos! La vida también es así — con tiempos buenos y malos. No sabemos qué traerá el nuevo día, pero las Escrituras nos aseguran que, aunque el tiempo se presente difícil, Dios no nos abandona.
En Génesis 21, Agar y su hijo Ismael atraviesan un tiempo de muchas dificultades. Sara no podía soportar más a Agar y a Ismael, y les ordenó marcharse. Fueron abandonados en el desierto, donde Ismael lloraba y lloraba. Estaba deshidratado y no tenía donde ir. Agar creía que el niño moriría, pero el ángel de Dios la llamó desde el cielo para darle esperanza. El Señor condujo a Agar hasta un manantial y ambos sobrevivieron y fueron bendecidos.
A veces la vida se presenta difícil, pero Dios no nos abandona en esos trances. Igual que con Agar e Ismael, Dios nos mira y piensa en la manera de ayudarnos.
ORACIÓN DE HOY
Dios que tanto nos amas, ayúdanos a sobrellevar las crisis y tragedias de la vida. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario