LECTURA DE HOY
Carta de san Pablo a los Romanos 6:1-11
Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. - Romanos 6:5 (DHH)
Toda la comunidad quedó en shock al saber de la muerte de tres estudiantes secundarios en un accidente automovilístico pocos días antes de graduarse. Dos de ellos habían sido mis alumnos y los recordaba con cariño. A la mañana siguiente, lloraba mientras conducía hacia la escuela. Oré por sus familias, sus amigos y pedí sabiduría para consolar a mis alumnos. No quería que supiesen que había llorado y antes de salir del auto me sequé las lágrimas en un intento por mostrarme fuerte. Me crucé con una de mis estudiantes en un pasillo, que percibió mis ojos enrojecidos. Se detuvo y me dijo suavemente: «Creo que usted necesita un abrazo». Me dio un abrazo y lloramos juntas. Su compasión me demostró que era aceptable llorar.
Aprendí que ser fuerte después de una tragedia no implica esconder la tristeza. Como personas cristianas sabemos que también en medio de la desolación es posible hallar fuerza en la seguridad de que la muerte no es el final. Al momento de lidiar con tiempos de pena y de angustia, esta promesa que nos llega a través de la muerte y la resurrección de Jesucristo nos fortalece, nos trae esperanza y nos permite seguir adelante.
ORACIÓN DE HOY
Gracias, Señor, por tu hijo Jesucristo cuya resurrección nos asegura que la muerte no es el final. Amén.
PENSAMIENTO DEL DÍA
El Señor es quien me da fuerza.
OREMOS
por los estudiantes de la secundaria
AUTOR
Sra. Jill Allen Maisch (Maryland, EE. UU.)
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