LECTURA DE HOY
Segunda carta de san Pablo a los Corintios 12:7-10
Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre míel poder de Cristo. - 2ª a los Corintios 12:9 (RVR)
Cuando mi vida da un giro brusco, a menudo me mortifico no solo por lo que me frustra en ese momento, sino también en las dificultades que viví en el pasado. Durante uno de esos momentos de prueba, vinieron a mi mente los versos de una canción sobre cómo debemos vivir con nuestras cicatrices. Pensé, ¡ya tengo tantas!
En aquel momento Dios me recordó algo que aprendí en una clase de inmunología. La formación de cicatrices es una parte natural del proceso de sanación. La cicatriz se forma cuando la herida sana por completo. Por lo tanto, si hay cicatriz, hay sanidad.
Comprendí que era posible ver mis cicatrices como recordatorios de las heridas sufridas o de cómo Dios había intervenido en situaciones de quebranto y destrucción, señalándome el camino hacia la sanidad, dando lugar a la esperanza en lugar de la desolación.
Puedo ver mis cicatrices y recordar el dolor y la tristeza, o la fidelidad e imperturbable amor de Dios, quien tiene poder para redimir y renovar, transformar y restaurar.
ORACIÓN DE HOY
Jesús, que sanas nuestras heridas, recuérdanos que tú entiendes nuestro sufrimiento y tienes el poder de hacer de nosotros nuevas criaturas. Amén.
PENSAMIENTO DEL DÍA
Alabaré al Señor, quien me ha redimido y restaurado.
OREMOS
por ver mis cicatrices como un signo de sanidad
AUTOR
Sra. Muriella Alexander (Maharashtra, India)
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