LECTURA DE HOY
Segundo libro de Samuel 7:18-29
Luego el rey David se presentó ante el Señor y le dijo: «Señor y Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar tan lejos?». - 2º de Samuel 7:18 (NVI)
Estoy agradecida por la hermosa parte del mundo donde vivo. Los lagos, los ríos, el océano y sus playas, y las montañas están a corta distancia por automóvil. A menudo salgo y tomo fotos de animales salvajes como leones marinos, águilas y venados de cola blanca.
Pero una mañana, batallaba con la envidia que sentía de otras personas que viajan a lugares exóticos que yo jamás he visitado. Decidí dedicar más tiempo a la lectura de la Biblia porque sabía que Dios me alentaría a estar contenta con mi rincón del mundo. Dejé a un lado mi deseo de ir a lugares que no había visitado, y decidí leer la palabra de Dios.
Mientras leía la oración de David, quien sintió humildad porque el Señor iba a recordar a su familia para siempre, me di cuenta de mi tontería al codiciar cualquier cosa terrenal. Al igual que David, todos los que confían en el Señor serán establecidos en el reino de Dios por toda la eternidad. Esto me recordó cuánto más importante es el cielo en comparación con las cosas terrenales. Las playas del cielo siempre serán más impresionantes que todos los lugares exóticos del mundo.
ORACIÓN DE HOY
Dios Creador, gracias por la belleza del mundo en que vivimos. Ayúdanos a recordar que las alegrías del cielo superarán a las alegrías terrenales. Amén.
AUTOR
Sra. Wendy L. Macdonald (Columbia Británica, Canadá)
PENSAMIENTO DEL DÍA
Cuando no estoy contenta, puedo recurrir a las Escrituras para alentarme.
OREMOS
por las personas cristianas en Canadá
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