LECTURA DE HOY
Carta a los Hebreos 12:4-11
Si ustedes soportan la disciplina, Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline? - Hebreos 12:7 (RVC)
Beber refrescos o jugos dulces delante de mi sobrino pequeño es capaz de hacerlo llorar porque desea beberlos, pero no se le permite consumir demasiado azúcar. Un día, cuando lloraba por el jugo, pensé que mientras los niños lloran por algo que puede dañarles, las personas adultas que saben mejor los dejarán llorar en lugar de satisfacerles con algo que les perjudicará.
Dios me llamó la atención por hacer lo mismo. A veces, cuando le pedía algunas cosas a Dios y no las recibía dentro de cierto tiempo, comenzaba a llorar. Aun así, mis lágrimas no convencieron a Dios a conceder las peticiones por las que lloraba. Finalmente, me di cuenta de la verdad de Hebreos 12:7 — que como un buen padre, Dios me disciplinará para que pueda crecer. Dios no me estaba negando su amor al no conceder mis peticiones. Al no darme lo que quería, Dios estaba protegiéndome o ayudándome a crecer y madurar.
Cuando nuestros deseos y lágrimas no son para nuestro bien, Dios nos ayudará a no destruirnos con estos deseos engañosos, sino a tomar decisiones mejores. Dios nos ama y solo quiere lo mejor para nosotros.
ORACIÓN DE HOY
Querido Padre, cuando lloramos por cosas innecesarias o dañinas, enséñanos a entender tu disciplina y aceptar tu dirección con amor. Amén.
PENSAMIENTO DEL DÍA
Dios ve más allá de lo que quiero a lo que es mejor para mí.
OREMOS
Por quienes sufren pruebas
AUTOR
Sra. Oluwasola Jegede (Lagos, Nigeria)
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