LECTURA DE HOY
Primer libro de los Reyes 8:54-61
Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone. - 1º de Reyes 8: 57 (NVI)
En el 2001, una familia de nuestro vecindario sufrió una pérdida terrible: un incendio devoró su casa. La familia no estaba en casa, pero la casa quedó totalmente destruida. Solo les quedó la ropa que tenían puesta. No tenían ahorros y la casa no estaba asegurada.
Después del incendio, la familia comenzó a recibir ayuda de los miembros de la iglesia donde el padre servía como pastor. Una mujer ofreció su apartamento para que la familia viviese allí sin costo alguno. Los amigos comenzaron a recaudar fondos para la construcción de una casa nueva. Dios bendijo y proveyó lo necesario para cada etapa del proceso; hoy la familia cuenta con un nuevo hogar.
He visto la gracia de Dios en acción en medio del desastre. El Señor jamás nos abandona y nos llama a abrir nuestros corazones y ayudar a quienes están en problemas. El apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 4:14, «Sin embargo, ustedes hicieron bien compartiendo mis dificultades». La experiencia vivida por mis vecinos me enseñó la importancia de recordar a nuestros hermanos y hermanas en tiempos de prueba. Hagamos lo mejor que podamos para amarnos y sostenernos unos a otros.
ORACIÓN DE HOY
Dios de toda gracia, te agradecemos por tu gran amor, misericordia y sostén en todas nuestras pruebas. Bendito sea tu nombre. Amén.
PENSAMIENTO DEL DÍA
A pesar de lo que ocurra, Dios jamás me abandonará.
OREMOS
Por familias que han sufrido un incendio
AUTOR
Sr. Oleg Tservonoi (Tallin, Estonia)
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