LECTURA DE HOY
Evangelio según San Marcos 5:21-34
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo... - Salmo 23:4 (RVR)
Poco después de una cirugía de rodilla, mi esposa mandó instalar barras de seguridad para ayudarme al moverme por la casa. Fueron de gran ayuda. Cuando sentía que mis piernas ya no aguantaban, podía agarrarme de las barras.
Las rodillas, débiles y cansadas, no son lo único que nos hace buscar apoyo y sostén. Cuando la vida nos presenta un problema tras otro, salimos a buscar cualquier tipo de ayuda. Tal vez parezca profano hablar de «agarrarse» de Dios, pero muchos de nosotros lo hemos hecho. Muchas veces, en tiempos de prueba, no meditamos, no estudiamos la Biblia, ni oramos más que un «¡ayúdame!». Solo nos agarramos fuerte del Señor.
En la lectura bíblica de hoy, una mujer tocó el manto de Jesús y fue sanada. Claro que a veces no nos basta con tocar su manto; ¡queremos agarrarlo con las dos manos! Dios y nuestra fe en Dios, son el sostén último. Ya sea que lidiemos con problemas con las rodillas, dificultades financieras, conflictos personales o la pérdida de un ser amado, Dios puede sostenernos como ningún otro puede hacerlo. El Señor nos ofrece paciencia, sabiduría, fortaleza y reflexión —y a veces un sentido de humor— que necesitamos para enfrentar nuestros problemas. Es bueno saber que Dios está cerca y dispuesto a brindarnos el apoyo que nos acompañará toda nuestra vida y más allá.
ORACIÓN DE HOY
Bendito Dios, gracias por estar siempre cerca, nuestro pronto auxilio en tiempos de necesidad. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO DEL DÍA
No importa cómo lo busque, Dios está listo para sostenerme.
OREMOS
Por quienes se recuperan de una cirugía
AUTOR
Sr. Philip A. Rice (Michigan, EE. UU.)
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