Leer 2 Corintios 4:6-10
¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza… Isaías 12:2
Mi esposo y yo hemos estado casados por más de 55 años. Durante los últimos nueve años, he cuidado a tiempo completo a mi esposo. Depende de mí para todas sus necesidades porque vive con Alzheimer y Parkinson. Al final de cada día, estoy agotada pero no destrozada. Mi familia y amigos son mi apoyo. Permanecen en contacto con nosotros visitando o llamando.
Nos sostienen con sus oraciones y palabras de aliento. Doy gracias a Dios por cada uno de ellos.
Encuentro mi mayor fuente de consuelo y fortaleza en la palabra de Dios mencionada en
Isaías 41:10: «Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa».
Debido a que Dios renueva mi fuerza cada día, confío plenamente en que no importa cuán desafiantes sean las circunstancias, no enfrentaré el nuevo día sola. Gracias a Dios.
Pensamiento para el día
La fortaleza de Dios me acompañará.
Oración
Dios amoroso, acudimos a ti cada día por tu fortaleza, amor y gracia inagotables. En toda circunstancia, tu presencia es nuestra bendición, tú fuerza nuestra salvación. Gracias, Señor. Amén.
Autor
Sra. Digna Lebrón Silva (Aguas Buenas, Puerto Rico)
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