Evangelio según San Mateo 5:13-16
Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. - Mateo 5:13 (NVI)
Mientras crecía asistí a una iglesia
grande que parecía ser una comunidad emprendedora y con muchas oportunidades.
Allí me hice de buenos amigos y disfrutaba la adoración, pero no estaba
madurando en la fe. Creí que mi relación con Dios era fuerte porque asistía a
la iglesia y tomaba notas en los sermones, pero simplemente cumplía con lo
esperado, con lo debido.
Cuando cursaba la escuela secundaria,
mis padres decidieron unirse a una iglesia nueva, que se estaba formando en la
ciudad. Como pronto terminaría la secundaria, me permitieron elegir si deseaba
unirme a ellos o no. Puse el tema en oración y asistí a aquella iglesia, aunque
no conocía a nadie, con excepción de mis padres. No tenía idea de que gente de
esta iglesia se convertiría en mis mejores amigos y me ayudarían mucho a crecer
en la fe.
En la nueva iglesia, recibí cantidad de
desafíos: en la fe, a hacer amigos nuevos y a compartir el evangelio con
quienes me rodeaban. Encontré una comunidad que tomaba seriamente su fe y la
vivía con audacia. Haber dejado la comodidad de la iglesia de mi infancia me
dio oportunidades para profundizar mi relación con Dios.
ORACIÓN DE HOY
Ayúdanos, Señor, a no volvernos complacientes en la fe, sino a esforzarnos por lograr siempre una mejor relación contigo. Amén.
Vivir en comunidad con otros creyentes me ayuda a crecer en la fe.
OREMOS
por quienes se unen a una nueva iglesia
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